
By IRENE
París es siempre un destino perfecto para pasar un fin de semana largo si resides cerca, o para incluirlo dentro de un viaje por Europa.
Cualquier época del año es buena para visitarlo aunque en invierno las temperaturas son bajas y es más que probable que llueva o incluso nieve, pero eso puede hacerla aún más atractiva. Además París es una ciudad emblemática y conocida por todos ya que ha sido protagonista de numerosas películas y famosos spots publicitarios, e ir descubriéndola personalmente te traslada directamente a esas imágenes.
Nosotros decidimos pasar 3 días durante el mes de Diciembre coincidiendo con la decoración e iluminación navideña. Alex aun vivía en Londres y fue desde allí en el tren EuroStar, yo volé desde Madrid al aeropuerto de Orly. Ambos trayectos son cortos y relativamente económicos.
Los dos nos encontramos en la “Ciudad de amor” ya entrada la noche, por lo que fuimos directamente al apartamento que habíamos alquilado en el barrio de Le Marais y después a cenar a la Rue Saint-Antoine, una calle en el mismo barrio con mucho ambiente y gran oferta gastronómica. (Ver post de nuestros restaurantes favoritos de París).




Tanto si os interesa la arquitectura como si no, la recientemente construida Fundación Louis Vuitton no deja de ser una visita muy interesante. Alex tuvo la oportunidad de visitarla antes de que yo llegase a París, y quedó impresionado!
DIA 1
Nuestro primer día completo en París comenzó desayunando en una cafetería con mucho encanto cerca de nuestro apartamento y cerca de Notre Dame para después dedicarle un buen rato a pasear por los alrededores de la catedral y visitarla por dentro. Paseamos por el río Sena hasta el Pont Neuf y cruzándolo llegamos al barrio Latino, callejeamos el barrio y visitamos las iglesias St Germain des Pres y St Sulpice. La tarde la dedicamos a pasear por Le Jardin du Luxembourg.
«París es una ciudad bastante cara, pero creo que merece la pena buscar un apartamento cerca del centro, ya que se presta a perderse caminando por sus calles sin depender de largos trayectos en metro para ver los principales puntos de interés.»
Volviendo a cruzar el Sena estuvimos paseando por Chatelet y los alrededores de la calle Montorguell donde nos tomamos un café para entrar en calor y descansar las piernas. Ultima visita a la entrada del Museo Louvre para fotografiar su emblemática pirámide. Nosotros ya habíamos visitado el museo en un viaje anterior por lo que decidimos no volver a entrar, pero es visita obligatoria al menos una vez en la vida, por lo que planifica bien los tiempos ya que te llevará varias horas. Después de esto solo nos quedaba cenar por nuestro barrio (Le Marais) en un lugar donde el plato estrella es el postre, un suculento mouse de chocolate (descubre dónde). Paseando llegamos a la Rue de Bretagne, zona perfecta para tomar un vino en uno de los bares de la calle.




DIA 2
La mañana del segundo día la dedicamos a visitar el Centro Nacional de Arte y Cultura Georges Pompidou. A la salida cogimos el metro hasta Saint Germain y fuimos paseando por el bulevar hasta Rue Pontoise, donde paramos a comer. Pasamos la tarde caminando, disfrutando de la iluminación y los mercados navideños. Llegamos en metro hasta Tullerías y desde allí fuimos paseando por Ópera, La Madeleine y Champs-Élysées para acabar la tarde en La Torre Eiffel y Trocadero. El día había sido largo y el tiempo no acompañaba, así que decidimos ir a descanar un poco al apartamento para después salir a cenar por el barrio de Le Marais.






DIA 3
Nuestra última mañana comenzó paseando nuestro barrio y aprovechamos a hacer unas compras por Rue Rosiers, Rue de Francs Burgois y Rue Sainte-Croix de la Bretonnerie. Después fuimos en metro hasta la estación de tren Gare du Nord para dejar nuestras maletas en la consigna y así poder disfrutar lo que quedaba de día sin cargar con ellas, para luego regresar a la misma estación a coger el tren que nos llevaría a mí al aeropuerto de Orly y a Alex a la estación de Saint Pancras de Londres. Una vez resuelto esto, cogimos el metro a Anvers para pasear por el barrio de Montmatre, y subir hasta la Basílica del Sacré Coeur y desde ahí disfrutar de las vistas de la ciudad. Ya solo nos quedaba tiempo de comer algo por la zona y regresar a Gare du Nord donde nuestros caminos se separaban y poníamos fin a un fin de semana de amor en la “Ciudad de las Luces”.

Esperamos que os haya servido para animaros a hacer una visita a una de las ciudad más bonitas de Europa. Incluso si ya la conoceis, siempre tiene rincones nuevos que descubrir!