By IRENE
A la hora de preparar nuestro itinerario para viajar 10 días a Egipto, sabíamos que no podían faltar unos días en el Mar Rojo. Siempre que sea posible, tratamos de acabar los viajes con unos días de descanso y tranquilidad.
No podíamos desaprovechar la oportunidad de pasar unos días de playa estando tan cerca del Mar Rojo. Nosotros ya habíamos hecho snorkel por sus arrecifes de coral en Jordania, y nos dejó tan alucinados que queríamos repetir la experiencia. No te pierdas nuestro video a continuación!
¿POR QUÉ MARSA ALAM?
Cuando nos pusimos a planificar el viaje vimos que la zona más visitada para bucear es Hurghada. Se trata de una zona de resorts con pulserita, sin ningún atractivo y sin posibilidad de salir del hotel y del trozo de playa privada del resort. Buscando un poco más dimos con un alojamiento precioso ubicado en la misma playa cerca de Marsa Alam. Nos enamoró y ya nos imaginábamos quedándonos allí. Os dejamos la web https://www.redsea-divingsafari.com/Villages/marsa-shagra para que echéis un vistazo. A nosotros se nos iba de presupuesto, ya que una tienda básica (sin baño) costaba 100€ la noche. Pero el sitio tiene muy buena pinta, y gracias a ese descubrimiento fuimos explorando la zona hasta que dimos con nuestro alojamiento: Ecolodge Bedouin Valley. A penas tenía 5 comentarios en Booking y, tenemos que reconocerlo, las fotos de la habitación pueden echar para atrás inicialmente, pero hicimos la reserva y mantuvimos la fe durante todo el viaje de que iba a ser una buena elección.
A continuación, os contamos nuestra experiencia en Marsa Alam con recomendaciones de excursiones, actividades, alojamiento, comidas y transporte. Esperamos así contribuir a promover el turismo responsable en esa zona, del que apenas hay información en internet y es todo un paraíso.
Marsa Alam es un pequeño pueblo en la costa del Mar Rojo. En el mismo pueblo hay alojamientos en los que además te ofrecen excursiones de snorkel o buceo, pero quizá no es el sitio más recomendable para alojarse. Nosotros lo pasamos de largo cuando íbamos de camino a nuestro alojamiento y nos pareció más bien feo, impresión que al día siguiente confiramos cuando fuimos a comprar algo de comida. El pueblo cuenta con servicios básicos: Fruterías, comercio, un cajero, una farmacia y un hospital. Marsa Alam tenía un plan de desarrollo importante que se vio truncado por la revolución de 2011, lo que se traduce en edificios a medio construir y a medio derribar y en un plan urbanístico a medio hacer.
De la revolución han pasado ya unos cuantos años y el turismo está empezando a resurgir en esta zona, aunque no demasiado en el pueblo. Hay resorts esparcidos por toda la costa y también están empezando a abrir pequeños establecimientos más modestos pero con mucho encanto.
De la revolución han pasado ya unos cuantos años y el turismo está empezando a resurgir en esta zona, aunque no demasiado en el pueblo. Hay resorts esparcidos por toda la costa y también están empezando a abrir pequeños establecimientos más modestos pero con mucho encanto.
En este post os dejamos algunos consejos útiles para preparar vuestro viaje por este rincón del Mar Rojo, en el que esperamos que podáis disfrutar tanto como lo hicimos nosotros. Os aseguramos que es la mejor manera de poner fin a un viaje por Egipto.
IMPORTANTE: Es posible que cuando vayas al cajero no haya dinero, así que recomendamos llegar a Marsa Alam con dinero en efectivo. En los supermercados se puede pagar con tarjeta y aunque en nuestro Ecolodge también, te cobran 10€ extra de comisión. En el Diving Center no aceptan tarjeta, pero sí puedes pagar en cualquier divisa (dólar, euro o libras egipcias).


DÓNDE DORMIR EN MARSA ALAM
Como ya he mencionado anteriormente, nuestra recomendación es que no os alojéis en el mismo pueblo de Marsa Alam porque no tiene mucho interés. Quizá la mejor opción es explorar los alojamiento tipo lodge que hay por los alrededores. Nosotros elegimos el Ecolodge Bedouin Valley después de una búsqueda exhaustiva en booking. Bien es cierto que no hay una oferta muy amplia, pero todo parece indicar que en los próximos años esta zona irá ganando en afluencia de turistas, y con ella, en un aumento de la oferta hotelera.
Nuestro alojamiento está en Tondoba Bay, a unos 5-10 minutos andando de la playa. Solo hay que cruzar la carretera y te topas de frente con los centros de buceo y con un bar que gestionan los mismos dueños del hotel. El alojamiento te ofrece cada día cenar en este establecimiento de la playa por 10€ por persona con la bebida incluida. Si os alojáis aquí o en algún sitio del estilo es algo que recomendamos hacer porque no hay ningún restaurante por la zona. Además, es un momento de encuentro con los demás huéspedes o con los dueños y surgen conversaciones muy interesantes. Nosotros tuvimos el placer de conocer gente encantadora, como lamaletadecarla, con los que coincidimos la primera noche que llegamos.
IMPORTANTE: Egipto es un país musulmán en el que el consumo de alcohol no está permitido y por tanto no lo sirven en los restaurantes o bares. Solo encontramos dos excepciones a esta regla: el crucero y en el Ecolodge Bedouin Valley. En este último caso no es una cosa exclusiva del turista, los dueños también bebían puesto que parecen no comulgar mucho con los preceptos de su religión.

Las habitaciones son pequeñas cabañas que, aunque no son muy lujosas, cuentan con baño en la habitación y aire acondicionado. En esta zona los recursos energéticos son escasos y caros, por lo tanto, el alojamiento solo ofrece electricidad durante unas horas al día (a partir de las 9pm), suficiente para refrescar la habitación y cargar móviles y baterías varias.
El desayuno es modesto pero suficiente. Algo a tener en cuenta es que no limpian la habitación durante la estancia, para 3 días no hay problema, pero para estancias más largas puede ser un problema.
Hace unos días hemos sabido por lamaletadecarla, que el alojamiento ha cambiado de dueños, así que con mucha pena y algo de incertidumbre, no podemos asegurar que lo que encontréis sea exactamente igual que lo anteriormente descrito.
IMPORTANTE: Debéis tener en cuenta que este alojamiento está a 14km del pueblo. Así que mi sugerencia es que, el día que lleguéis, compreis algunas cosas en el pueblo:
- agua en grandes cantidades (si podéis comprar una garrafa mejor) porque en el alojamiento solo venden botellas pequeñas, no es que sean caras pero es un derroche de plástico importante. El agua en Marsa Alam no es potable.
- Fruta o algunos snaks. En la zona no tiendas de alimentación, y si decidís hacer alguna de las excursiones es importante llevarte tus propias viandas para cuando apriete el hambre.


¿QUÉ HACER EN MARSA ALAM?
El principal reclamo de esta zona son los arrecifes de coral, y en general, la gente que visita esta zona lo hace atraído por el snorkel y el buceo, pero además de esto se pueden hacer algunas excursiones para conocer un poco más la zona.
Qulaan Lagoon
Se trata de una laguna interior rodeada de manglares que le aportan una gran riqueza animal. Los animales marinos nacen y crecen entre las raíces de los manglares protegidos de los depredadores. El agua adopta un color azul turquesa precioso, es apto para el baño aunque hay que tener cuidado de no pisar en las zonas de crecimiento del manglar ni en zonas de lodo porque puede haber animalitos que piquen.
Cuenta con una pequeña zona de sombra y algunos puestos donde los locales venden artesanía y algo de comida, aunque el precio no es muy competitivo.
Está a algo menos de una hora desde Marsa Alma. Nosotros fuimos en excursión, también organizada desde nuestro alojamiento, junto con otros huéspedes. Fue una experiencia muy buena en la que pudimos conocer gente muy agradable al tiempo que también pudimos disfrutar del lugar de forma independiente.
Hankorab Beach
Se trata de una playa de agua turquesa preciosa. Ideal para pasar la tarde y disfrutar del snorkel ya que el arrecife de coral está muy cerca de la orilla. Al principio el coral está algo muerto pero a medida que avanzas un poco y pasas por encima de la barrera prepárate para alucinar, y con suerte quizá veas alguna raya como nosotros!
Nosotros combinamos esta excursión junto con Qulaan Lagoon. Como conseguimos ser un grupo bastante grande, el precio final fue de 200 libras por persona (10€). Normalmente cuesta unas 250 libras por persona. Esto es porque necesitas un conductor que te lleve, te espere y te traiga. Son sitios a los que, evidentemente, no llega ningún transporte público.
Snorkel en Marsa Alam (Tondoba Bay)
En Tondoba Bay el arrecife de coral está en la misma playa. Puedes alquilar gafas y aletas en los centros de buceo de la playa (hay varios) por unos 7€/día. Ellos mismos te indican por donde puedes entrar al agua con mayor seguridad para no pisar el coral. El arrecife es una pasada, nosotros hemos hecho snorkel en muchos otros sitios, y ni en el Caribe ni en el Índico hemos visto arrecifes de coral como en el Mar Rojo.
Buceo en Marsa Alam
Era tan espectacular lo que estábamos viendo que no pudimos resistirnos a hacer nuestro bautismo allí. Los chicos del centro de buceo (Deep South) eran amabilísimos y como nuestros compañeros del alojamiento estaban buceando, y nosotros estuvimos con ellos en el descanso entre inmersiones, entre todos nos acabaron convenciendo.
Teníamos algo de miedo de no saber compensar la presión de los oídos, pero nos lo explicaron perfectamente y fueron muy amables y cuidadosos en todo momento. Bajamos unos 7 metros durante unos 30 minutos. ¡Nos pareció una experiencia única, y ya estamos buscando la ocasión para sacarnos el open water!
Los precios del buceo rondan los 25€ por buceo con equipo incluido (dos inmersiones).
Además, se puede visitar la piscina natural Al Nayzak, que está a escasos 5 minutos de Tondoba Bay, pero a nosotros no nos encajó en nuestros planes.
Lo que de verdad nos dio pena no hacer fue nadar con delfines en Dolphin House. Lo que nos contaron es que había dos posibles lugares. Uno en el que las probabilidades de ver delfines eran del 50% y costaba unos 50$ por persona, y otro, algo más lejos, en donde te aseguraban que ibas a poder nadar con ellos, por unos 100$ por persona. Cuando nos habíamos decidido a hacer la excursión y pagar ese pastizal (nos explicaron que es tan caro porque al tratarse de una zona protegida, los centros de buceo tienen que pagar muchos impuestos al gobierno), resultó que en el mismo día anularon la excursión porque había demasiado viento.

¿CÓMO LLEGAR A MARSA ALAM?
Esta pregunta nos la hicimos mil veces mientras preparábamos el viaje, y no encontrábamos la respuesta en internet. Consultamos múltiples webs y blogs de viaje, pero las opciones que veíamos no nos encajaban. Después de haber estado allí y haber hecho todas las investigaciones posibles os cantamos nuestra experiencia y todas las alternativas posibles.
En un principio, y porque nos parecía que era lo más sensato mirando el mapa, pensamos que la mejor opción era llegar a Marsa Alam desde Asuán. Miramos esta opción en internet sin mucho éxito, pero como somos gente optimista, creímos que lo podríamos resolver desde allí sin mucha complicación.
Pero la realidad es la siguiente: No hay transporte público que te lleve desde Asuán hasta Marsa Alam directamente. Para ello tienes que ir en tren hasta Edfu y una vez allí ir a la estación de autobuses y preguntar por la furgoneta que va a Marsa Alam. Esto nos lo contaron nuestros amigos lamaletadecarla, fue así como ellos lo hicieron y tienen toda la información detallada en su blog.
Nuestro guía no nos ofreció esta opción, quizá ni siquiera la conocía. Él estuvo tratando de conseguir un transporte privado que nos llevara desde Asuán a Marsa Alam por un precio razonable y no lo encontraba. Alegaba que ningún conductor nos querría llevar por esa carretera, que no está asfaltada, por lo que no se puede circular rápido y las condiciones de la pista perjudican los vehículos. Lo que nos ofreció es hacerlo desde Luxor, que, aunque en principio son más km, la carretera está es mucho mejor. Es por esto que al final cambiamos nuestro recorrido de crucero y preferimos el itinerario Asuán-Luxor.
Acabamos pagando mucho dinero por el coche privado (unos 70$). La verdad que fue una negociación prácticamente a ciegas. Habíamos mirado alguna web que ponía que te llevaban en coche privado por unos 50$ por persona, así que 70$ entre los dos nos pareció un buen precio, tenido en cuenta que no teníamos más opciones. Pero no podíamos comparar mucho más ni teníamos tiempo para andar preguntando en estaciones de tren y de autobus. La verdad que fuimos como reyes en una furgoneta para nosotros solos con aire acondicionado, pudiendo dormir una buena siesta. Pero, después de compartir experiencias con otros viajeros, os podemos contar que se puede hacer más barato y desde Asuán.


La vuelta sí teníamos que dejarla organizada porque era la última etapa del viaje y teníamos el vuelo de vuelta desde El Cario a las 13.00h. Lo que pudimos encontrar era un bus que tarda 8 horas y que salía de Marsa Alam a las 14:30 o a las 16:30, lo que nos obligaba a salir el día anterior perdiendo casi el día entero en el trayecto. Por suerte Marsa Alam cuenta con aeropuerto y aunque nos salió caro por haberlo dejado hasta el último minuto, conseguimos un vuelo el mismo día de nuestro regreso que llegaba a El Cairo a las 11.00h.
Avión a Marsa Alam
El aeropuerto está a 70km del pueblo. Hay vuelos directos desde El Cairo a partir de 150 euros el trayecto. Como decimos no es nada barato, pero si cuentas con pocos días y no quieres perder mucho tiempo en los desplazamientos es una buena opción. El aeropuerto es pequeño en el que hay poca actividad, pero un dato curioso es que hay vuelos directos desde Bolonia. Esto explica la cantidad de turistas italianos que hay por la zona.
Coche privado
Esta es la opción más cara pero evidentemente la más cómoda. Tratamos de evitar esta opción y buscar alternativas más económicas, pero, llegado el momento creímos que esa era nuestra única posibilidad de llegar a Marsa Alam el día que queríamos.
Reflexionando a posteriori, es evidente que, yendo con guía durante los días de El Cairo, y habiéndole confiando a él la organización del crucero, nuestro guía quería ofrecernos la opción más cómoda (insistía mucho en eso) y por supuesto quería organizarlo él para llevarse la correspondiente comisión. No sabemos si nos ocultó deliberadamente la opción del transporte público o no la conocía, pero la realidad es que si lo hubiéramos hecho en la furgoneta pública, con el sofocante calor que hacía ese día y los dos metros de altura de Alex, creemos que hubiéramos sufrido mucho.